miércoles, 28 de enero de 2015


Puerto Rico con la obligación de aprovechar su condición de local para quebrar 15 años de sequía en Series del Caribe.




La última vez que Puerto Rico ganó una Serie del Caribe, Clinton era el presidente de Estados Unidos, las Torres Gemelas estaban en pie, Juan Pablo II era el Papa, Benedicto XVI no pensaba serlo y un negro ni siquiera soñaba con llegar a la Casa Blanca.

En la Serie del Caribe de 2000, celebrada en el Coloso de la Fe (nombre dado por Jhonny Trujillo al Estadio Quisqueya, ahora Juan Marichal, de la capital dominicana) los boricuas se alzaron con el cetro de la llamada Pequeña Serie Mundial al batir al representativo dominicano de las Águilas Cibaeñas, que una vez mas decepcionaban como locales, pues nunca han podido alzarse con una corona en su tierra, pese a lo exitoso que ha sido este conjunto en Series del Caribe desde 1997.

Pero, de campeones en 2000, los de Borinquén cayeron al sótano en la Serie del Caribe siguiente celebrada en México. El tradicional clásico finalizó con las Aguilas dominicanas con 4-2; Cardenales de Lara (Venezuela) y Naranjeros de Hermosillo (México) 3-3 y los Criollos de Caguas, que fue el equipo que ese año representó a Puerto Rico, cerró con foja de 2-4. 

Después de ese triunfo en 2000, los de la Isla del Encanto se han quedado rezagados Serie tras Serie, y a partir de 2005, se han convertido en la cenicienta del evento, ya que México, que ostentaba esa negativa distinción ha sabido ganar 4 cetros de campeón a partir del referido año.  Ni siquiera en 2003, cuando la isla estuvo representada por dos conjuntos (Mayagüez y Caguas) porque esa fue la Serie de David Ortiz.


David Ortiz, Jeff Kellogg
David Ortiz,.Foto AP.

...el destacado jugador David Ortiz, puso autoridad en el estadio de Carolina, Puerto Rico, se ganó el premio de Más Valioso, el equipo dominicano estuvo dirigido por Félix Fermín, quien lograba su segunda corona en el tradicional clásico de febrero. La Águilas Cibaeñas alzaron el vuelo en la Serie del Caribe del 2003 al ganar en forma dramática en el partido decisivo vencieron a Mayagüez, Los cibaeños tuvieron que jugar un partido extra con Mayagüez, ya que Puerto Rico, presentó dos equipos por la ausencia de Venezuela. Pero la tropa dominicana no le importó y dominaron 6-1 a Caguas y a Mayagüez 5-2, luego el partido final la tropa mamey ganó 7-3 a los boricuas en el desempate. El artillero mayor Ortiz tuvo una sensacional actuación con bateo de 462, dos jonrones y 11 carreras empujadas, fue líder de bateo y el Jugador Más Valioso, que junto a Hipólito Pichardo, con 2-0 y efectividad de 1.42, fue el pitcher más destacado que junto a Luis Polonia (344), Miguel Tejada (462 y Rafael Furcal, formaron parte del equipo ideal. En la serie Ortiz y Tejada, fueron los lideres de bateo con 462, al igual que en hits con 12 cada uno; Tony Batista, en dobles con 6; en anotada Tejada, 9; en empujadas Ortiz, con 11; Pichardo, lider en pitcheo con 2. Por su parte el veterano jugador Luis Polonia, tuvo una destacada actuación con 14 participaciones en Serie del Caribe, es el Rey del tradicional clásico que se celebra cada febrero, donde es dueño de varias marcas, lo que demuestra su calidad en el terreno de juego, que le garantiza un lugar especial en el Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe. Cuenta en total con 14 actuaciones en la justa donde participan los campeones del béisbol de invierno de Puerto Rico, Venezuela, México, República Dominicana. (Tomado del Periódico Hoy). 

En 2004, Dominicana retuvo la corona a domicilio, y en 2005, México hizo lo propio, dejando a partir de ese año a los de la bomba y la plena y el reggaeton como la cenicienta del evento, condición que esperan borrar en esta edición. 


El quedar subcampeones en la Serie pasada les da una esperanza, y la vuelta de la Serie al Birthom, el estadio que por octava vez es sede del evento, y San Juan, la ciudad que entre todas los del Caribe ha sido la que más ocasiones ha albergado el clásico con 10, les trae una motivación extra. Aunque para ganar no basta con la belleza de Carmen Yulin Cruz. Hay que jugar béisbol. 

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