Anécdotas de mis viajes al Sur y el Este de la República Dominicana.

El 08 de abril de 2000 viajé a Higuey, a visitar la Basílica de Nuestra Señora de La Altagracia. A las 2 de la madrugada ya estábamos en el Cruce de Barranca listos para partir. Mis compañeros de asiento eran José Leandro Taveras Reyes (Leo) y Cesar Alexander García Taveras (Alex) los cuales también eran mis classmates en el 1ero. de Media en el Liceo Vespertino Padre Fantino. 

El viaje lo organizaba Eulalio Gil (Lalo), el eterno presidente de asamblea de la Comunidad de Barranca y de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús. 

Por aquellos días el presidente de la República era el Dr. Leonel Fernández y estaba muy de moda el merengue de Toño Rosario que dice: 

La la la la la la la, que cante mi gente.La la la la la la la, que cante mi gente.

Por el camino recuerdo que nos paramos a la entrada de San Pedro de Macorís para que una dama de la guagua en la que iba pudiera hacer una necesidad fisiológica, pues venía con deseos de orinar desde la capital, que había sido nuestra anterior parada, y ya no aguantaba más. Allí vi el sol grandísimo, lo más grande que jamas en mi vida había visto, saliendo bello y resplandeciente. Cruzamos el Río Higuamo y proseguimos el recorrido entre bateyes de caña de azúcar. 

Proseguimos el viaje y entramos a La Romana. Recuerdo que Dona Milagros Reyes, al ver que por allí solo habían vacas y cana de azúcar sembrada dijo: "Tanto que nos quejamos y miren, para acá no se da de nada. En Barranca se da de todo. Barranca es la sucursal del cielo en la tierra". 

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